El congreso

Hoy

y de Billiken

Me quemaba la cabeza el mono relojero, que en ese momento era Barney para nosotros.

Aparece Fierro

En los quioscos aparece Fierro, una cosa extraña que me venìa al pelo para conocer algunos autores argentinos que ni sabìa que existìan, y otros que los conocia de Humor, Satiricòn, algunas publicacionse donde hacian historieta infantil, pero igual no sabìa donde ampliar o si existia material de estos mostros, era un misterio total pero de a poco esto iba a cambiar...
Junto con que hacia changas en cuanto negocio del barrio me lo permitiera y podìa entre parentesis comprarme numeros seguidos.

Los domingos...

Mi Tìa que era una empleada en el centro, me guardaba los suplementos infantiles y me los traìa el otro domingo cuando venìa a casa, obviamente me los leia en el momento, y la diferencia grande era que el naciòn y crònica tenìan un suplemento dedicado a los chicos, los otro diarios no, obviamente mi viejo compraba otros y me aburrìa como una ostra, si no fuera por estos embarques.